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Vacio de inspiración, se resume al hecho de estar totalmente llena de cosas en que inspirarme. Ultimamente esta mente es tal como un planeta que posee millones de satélites dando vueltas a su alrededor y no sabe en cual centrarse. Mis planetas estas desaliñados, descentralizados, y giran a toda velocidad. Esto parece ser un juego, pero cada paso avanzado, cada soltada de dados me lleva un paso más cerca de lo que pienso se convierte lentamente en realidad. Y se supone que tengo que sentirme así? Tan fuera de este mundo y a la vez tan conectada? Necesito un cable a tierra, pero sin embargo, se siente extrañamente familiar este sentimiento, y no lo desprecio en lo más mínimo. Es esa presión, esa sensación de inestabilidad estable. Ese giro del destino que te hace detenerte a respirar. Y es tal como la luna lo es con la tierra un imán de magnetismo incontrolable. Es querer y no querer. Es sentir y sentir aún más. Es un sube y baja interior, es el vai vén de las emociones. Dónde esconder esta rotación constante? Déjarla ser o dejárla perecer? Elegir. Elegir. Elegir. Esta ida y esta vuelta, esta llena de elecciones.