Si alguna vez te dijeron que todo iba a cambiar y supiste decir que no, te dijeron que no perdieras la esperanza.
Y si estabas pensando en como llegaste adonde llegaste, seguro te sentiste perdido.
Y cuando viste que no había salida, dijiste que nunca hay que perder las esperanzas.
Y si te paraste en la mitad de la calle mientras la gente te miraba desconcertada, y dijiste ‘¿Qué me pasa?’, capaz no era que algo estuviera mal contigo.
Y si un día llovía y en vez de querer acurrucarte en la cama precisabas salir a dejar que el agua te empapara, no eras el único.
Capaz que te pusiste a pensar en porque esa canción sonaba en todos lados, si no tenía sentido.
Y si las cosas que no te dejaban hacer tenían más sentido cuando las hacias, bienvenido.
Y si las mentiras te cansaron, el rumor no te dejaba dormir, y las voces te molestaban, capaz que a eso se le llamaba mucho ego.
O no te gustan las sorpresas, y te caen todas las que pensabas imposibles.
Te llenaste de dudas, y había alguien que intentaba responderlas, pero lo hacía mal.
Y si pensaste demasiado en algo que no valía la pena, no estás solo.
Nunca pensaste que no ibas a lograr salir de un problema, para después darte cuenta de que, no era tan serio.
Y cuando es todo tan bueno que no crees que sea posible.
O todo tan malo que queres que no lo sea.
Y te diste cuenta de que el mundo esta lleno de idiotas que creen que hacen todo bien, y personas buenísimas que no reciben lo que merecen.
Y qué hay mucha gente sola, y mucha gente triste, y mucha gente con temor a la muerte.
Y mucha gente con buenas ideas, y muchas ideas pensadas por buena gente.
A veces te das cuenta que no sos tan diferente como crees, y te ves escribiendo incoherencias, que para vos tienen total coherencia.
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