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No se cuantas cosas he escrito en mi blog, en mis cuadernos, en pedazos de servilletas, en cartas incompletas, en mensajes inesperados.
No se cuantos estados de animo ha soportado el teclado, aprentando mas fuerte al estar molesta, casi con miedo al decir algo importante, tocarlo gentilmente y apurar la escritura cuando viene la inspiracion para no olvidar las palabras. Palabras, cuantas palabras. Fueron demasiadas las lagrimas que cayeron encima de mis libros y papeles, que siempre amigos fieles, estan para hacerme sobrellevar la emocion. Cuantas ciudades y cuantos rincones he recorrido con mis libros. Cuantos olores he sentido, a cuantos personajes he conocido. Si hoy mi vida se terminara, diría que fue un placer sentir el olor a humedad en Casa de Atras junto con Ana Frank, el tibio calor de los suaves rayos de luz cuando a hurtadillas lograba abrir la pequenia ventana para mirar las nubes y sentir un atisbo de libertad. Diria tambien que fue Isabel la que me hizo entrar en la realidad de mi sufrido continente y que me hizo darme cuenta de lo que era amar cuando el contexto no es el mejor, amor sin fronteras, amor sin importar las realidades, amor sin edad, amor sin especulaciones, amor puro, amor de familia, amor eterno, amor en llamas. Fue Emily quien me hizo enamorarme de aquel hombre tosco y arrogante en Cumbre Borrascosas, aprender a apreciar el amor despues de la muerte, y Nicholas la acompanio, me hizo sonreir y llorar como me advirtio, me hizo sentir el dolor de Landon en carne propia, y sufrir la perdida de un padre que ha dado todo de si para con su hijo.
Fue el gentil Mario quien con sus calidas palabras montevideanas, me transporto anios atras, cuando mi pais era un caos de represion, cuando las personas escapaban de quienes no las dejaban ser quien eran, y buscaban en cada rincon posible, encontrar sus iguales. Papel y papel, siempre papel. Libros de revolucion.
Con un libro aprendi a soniar, aprendi a creer en la magia, pasar horas y horas leyendo sin poder bajar el libro. Si, fue Harry quien me hizo temblar, llorar y sentirme feliz. Y estoy orgullosa de admitirlo. Puedo acordarme perfectamente de como cada libro cayo en mis manos. Me acuerdo del olor de cada uno. De cada lapicera que me compre y de cada hoja que con dolor arranque. De cada noche en la que no me senti sola solo por estar con el papel y el lapiz. Lo feliz que me hace comprar libros o cuadernos nuevos. Lo lindo que es escribir sobre la ventana cuando llueve. El olor a humedad mezclandose con el papel mojado. La tinta apenas corriendose. El cielo llenandose de mis pensamientos. La lapicera corriendo al son de mis ideas. Pensar en cada momento en cada instante cosas para escribir. Yo soy eso. Soy yo cuando un libro me hace llorar en silencio por horas. Soy yo cuando salto de emocion por un cuaderno nuevo, que me hace sentir como que una nueva etapa comienza. Soy yo abriendo el paquete de un libro nuevo y esperado. Soy yo impaciente, siempre impaciente. Soy yo cuando huelo un libro o cuando intento ni respirar para escuchar la lluvia caer. Soy yo cuando pienso al escribir como me gusta leer lo que escribo mucho tiempo despues. Poniendome triste al llegar al final de un buen libro o una carta inolvidable. Soy yo cuando en mi mente todo es fotos. Cuando pienso en llegar a casa y poder tener tiempo libre para leer escribir escuchar musica y mirar fotos. Soy yo cuando me levanto cantando una cancion y no se porque. Soy yo cuando me pongo feliz al empezar una pagina nueva en un cuaderno en el lado derecho. Soy yo cuando canto a los gritos y hablo sola en la ducha. Yo y mis mil caras. Yo y mi unico corazon entregado. Yo, sola yo, completa yo cuando estoy con mi lapiz y papel. Yo, sola o acompaniada en cuerpo o espiritu, aprendo, rio, y a veces vivo, y muchas mas muero, y cuando empieza un nuevo dia revivo. Y cuando siento ganas de caer lo hago, y cuando tengo ganas de silencio callo. Y cuando quiero sonrio sin razon a los desconocidos. Y si estoy de humor pienso en los males del mundo. Y si estoy egoista simplemente me siento con mis fotos, o saco nuevas sin sentido, que nadie ve. O escribo cosas que pretenden ser realidades, pero que terminan distorsionadas por mi punto de vista tan no objetivo.
Y a veces, solo a veces, siento que hay quienes me entienden sin que les hable. Saben? a mi me encanta decir lo que pienso, pero a veces me encanta que las palabras no sean necesarias. Hay dias que no quiero hablar. Hay veces en las que solo quiero concentrarme en respirar, lento, suave, escuchandome. Sintiendome mas viva que muerta. Mas en el cielo que en la tierra. Inhalo, exhalo y todo vuelve a empezar.
