Las mujeres somos seres extraños, sin duda. Nos cuesta saber qué queremos, pero cuando estamos de verdad seguras, tenemos que obtenerlo, sin importar nada. Y, ¿qué nos pasa con los hombres? ¿Seguimos el mismo patrón? Mis mujeres, ellas estan muy locas, se creen que nadie las entiende, y que ningún hombre las va a querer. Les han roto tanto el corazón, que sienten que ya no es posible que alguna vez vuelvan a sentirse así por alguien más. ¿Por que me excluyo?, no debería. Ellas no se dan cuenta de todo lo que son, de las cosas hermosas que tienen, y suponen que los hombres no se dan cuenta de eso. Y cuánto se equivocan. Puede que no haya llegado el que esperan, puede que no sea el momento, pero que hay quienes las miran diferente, los hay. También tienen problemas entre ellas, y a veces los hombres se meten en el camino, ¿será que son tan parecidas en corazón que se enamoran del mismo hombre?. Ellas son tan increibles. Especiales, cada una tiene algo que la hace ser tan única. Daría cualquier cosa porque dejaran de sufrir. A veces no pensamos en todas las cosas que compartimos, en todos los secretos que guardamos, en todas las cosas que no decimos para no lastimar a otra. Muchas veces nos peleamos, y sin saber de verdad porque. A veces no nos hablamos por días, a veces nos llamamos llorando esperando palabras de aliento. A veces sólo necesitamos un abrazo, o compartir un silencio. Nos juntamos a reirnos y comer. Nos juntamos a imaginar y soñar. Salimos a sentir que el mundo es nuestro, y no importa nada ni nadie. Juntas inventamos canciones, contamos Cuentos, abrigamos nuestros corazones cuando sienten frío. Los hombres no nos entienden, nuestros amigos dicen que estamos muy locas, muy. Nos divertimos mucho juntas, sí, mucho. Y somos tantas cosas. Barreras para sentirnos protegidas. Almas para sentir que no estamos solas. Corazones que laten juntos. Nos preguntamos porque los hombres son algo tan inconstante en nosotras, y nos damos cuenta de que ellos pasan mientras nosotras nos quedamos juntas. Hablamos mucho, mucho, pero también callamos otras cosas. Cambiamos y a veces eso molesta. Perdonamos, o no. Nos gritamos, o no, aunque quisieramos. Compartimos momentos, cosas sin sentidos, cosas inolvidables. Y a veces nos olvidamos de las cosas más importantes. A veces nos olvidamos de lo afortunadas que somos de tenernos, de tener a alguien con quien caminar, alguien con quien soñar, llorar, reir, bailar, charlar, amar, temblar, lanzarnos al mundo. Escribirle al mundo que somos mujeres, que somos amigas, que somos niñas, que somos felices, que a veces estamos tristes, que a veces no podemos soportar la presión solas, que podemos reírnos sin saber porque, que queremos salir sin saber a donde ir, y que soñamos más de lo que respiramos.

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Las amo así de imperfectas.