Soñadores trepando nubes

domingo, 24 de enero de 2010

EL SECRETO DE SUS OJOS.



No. No paré de pensar un segundo.La cabeza me explota, Benjamín. Yo me puse a preguntar. ¿Cómo es posible que no lo podamos encontrar a este tipo? Siempre se nos hace humo. ¿Dónde está? Y se me ocurrió pensar en los tipos, pero en todos los tipos, no en este tipo en especial, sino...
–"Los tipos", sí.
–Eh, ahí está. En "el Tipo"... El tipo puede hacer cualquier cosa para ser distinto, pero hay una cosa que no puede cambiar, ni él, ni vos, ni yo, nadie. Mirame a mí. Soy un tipo jóven, tengo un buen laburo, una mina que me quiere y como decís vos, me sigo cagando la vida viniendo a tugurios como este. Más de una vez me dijiste: “¿Por qué estás ahí, Pablo? ¿Qué hacés ahí?” ¿Y sabés por qué estoy, Benjamín? Porque me apasiona. Me gusta venir acá, ponerme en pedo, cagarme a trompadas si alguien me hincha las pelotas. Me gusta. Y vos lo mismo, Benjamín. Vos no podés, no hay manera de que te puedas sacar de la cabeza a Irene... Y la mina tiene más ganas de casarse que Susanita.Debe tener más de 37 revistas de trajes de novia arriba del escritorio. Se comprometió con fiesta y todo, pero vos... seguís esperando el milagro, Benjamín. ¿Por qué? Vení.
–¿Escribano, qué es Racing para usted?
Una pasión, querido.
–¿Aunque hace nueve años que no sale campeón?
Una pasión es una pasión.
–¿Te das cuenta, Benjamín? El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios… pero hay una cosa que no puede cambiar, Bejamín: no puede cambiar... ¡de pasión!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Direcciones de Calles Que No Existen