Que el día sea clarísimo, que la comida sea sabrosa y abundante, que los amigos sean divertidos, que la cama sea blanda, que los espejos sean grandes, que haya blueberries y helado de postre, que el beso sea largo y mojado, que la billetera esté hinchada, que el agua y la sombra sean frescas, que alguien cuente algo que haga reír, que salgas de compras en países extranjeros, que la heladera esté colmada, que la piel sea suave, oscura y olorosa, que el fin de semana haya una fiesta, que esté él, que la ropa sea nueva y esté de moda, que tu cuerpo se vea espléndido al moverse, que sientas como siente un animal, que te guíes solamente por el tacto y el olfato, que goces como una perra, que seas profundamente triste y salvajemente alegre y extremadamente agitada y absolutamente tranquila, que haya música moderna cuando tengas ganas de bailar, que los desconocidos saluden y digan hola, que brillen las estrellas, que nada te preocupe, que no esperes nada, que vos des el primer paso, que solamente lo hagas, que no pienses en nada más que en eso, que no pienses en nada, que no pienses en nadie ni en vos misma, que ya no tengas miedo a nada, que arrases con todo.-
By Esteban Martín García de su libro - Todos putos (una bendición).
By Esteban Martín García de su libro - Todos putos (una bendición).
No hay comentarios:
Publicar un comentario